La Estrategia de Promoción de una Vida Saludable en Andalucía de la Consejería de Salud y Consumo, aprobada por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, pretende abordar la promoción de la salud mediante el fomento de activos relacionados con una vida saludable a lo largo de todas las etapas de la vida y el incremento del bienestar en la población andaluza.
La estrategia se centra en la promoción de hábitos y comportamientos relacionados con la alimentación saludable, la actividad física, el sueño saludable, el bienestar emocional, en la sexualidad responsable y el uso positivo de tecnologías de la relación, la información y la comunicación (TRIC). Éstos se identifican como los seis elementos básicos de nuestro día a día que generan salud a lo largo de la vida. Asimismo, estos hábitos y comportamientos saludables, que se relacionan entre sí, contribuyen a prevenir y afrontar, en su caso, los procesos de enfermedad, convirtiéndose en parte activa de la recuperación del proyecto vital de las personas.
Los factores determinantes que provocan las enfermedades crónicas no transmisibles, que suponen el fallecimiento de 41 millones de personas cada año 71% de las muertes que se producen en el mundo), son evitables, lo que evidencia que la promoción de la salud es una buena estrategia para frenar y, a largo plazo, invertir estas condiciones. En concreto, las enfermedades cardiovasculares constituyen la mayoría de las muertes (17,9 millones cada año), seguidas del cáncer (9 millones), las enfermedades respiratorias (3,9 millones) y la diabetes (1,6 millones), siendo estos cuatro grupos de enfermedades responsables de más del 80% de todas las muertes prematuras por enfermedades crónicas no transmisibles.
Así, la promoción de la salud ofrece instrumentos para la adquisición de estilos de vida saludables y el abordaje de los determinantes que los condicionan, ganando salud a un coste mucho más bajo que el tratamiento médico de cualquiera de los factores de riesgo y de las enfermedades asociadas, si éstas se instauran. Por último, las estrategias innovadoras de promoción de la salud, centradas en enfoques integrales y transversales, pueden contribuir a crear un mundo más sano, justo y sostenible.