Si has decidido quedarte embarazada o ya lo estás, es importante que sepas que si fumas aumentan los riesgos para el desarrollo de tu futuro bebé. La nicotina y el resto de componentes dañinos del tabaco pasan a través del cordón umbilical, haciendo que al bebé le llegue menos oxígeno, los latidos de su corazón sean más rápidos y esté peor alimentado. Por tanto, si no fumas durante el embarazo, facilitarás que tu hijo/a nazca con salud y un peso normal. Es lo mejor para ti y tu bebé; dos muy buenos motivos para disfrutar más de tu embarazo. Dejar de fumar puede ser más fácil de lo que piensas.
Durante los primeros meses del embarazo se dan situaciones (las náuseas y otras molestias habituales) que hacen que no te apetezca tanto fumar. Además, en esta etapa la preocupación por la salud y los cuidados son más intensos, lo que hace que sea un buen momento y una magnífica oportunidad para decir adiós al tabaco.
Este es un buen momento para recordar que el tabaquismo perjudica el desarrollo de vuestro bebé. Fumar durante el embarazo aumenta el riesgo de que el bebé nazca con menos peso o de que se produzcan complicaciones, como por ejemplo aborto espontáneo o parto prematuro.
Si tu pareja está embarazada y es fumadora, ya le habrán aconsejado que debe dejar de fumar. Si tú eres fumador, este consejo también te incluye a ti. Contribuye al mejor estado de salud de tu futuro bebé:
- Ten en cuenta que si fumas delante de tu pareja, expondrás a ella y al bebé a los daños del humo del tabaco.
- Si ella está pensando en dejar de fumar o lo está dejando, necesita el apoyo de quienes tiene más cerca, sobre todo el que tú puedes ofrecerle.
- Como futuro padre, recuerda que tu conducta representará un modelo para tu hijo/a.
- Considera los beneficios que reporta a tu propia salud reducir o dejar tu hábito de fumar. El nacimiento de tu hijo o hija puede ser el acontecimiento que os anime y motive, tanto a ti como a tu pareja. Por un “Hogar libre de humo”.