Si observáis en el bebé algunas de las siguientes señales como mal olor, secreción o sangrado del cordón umbilical; temperatura corporal inferior a 36º C o superior a 38º C (fiebre), sobre todo si se acompaña de otros síntomas; diarrea o estreñimiento prolongados; vómitos y rechazo del alimento; coloración de la piel (es amarillenta o azulada), lagrimeo continuo y petequias (pequeñas manchas en la piel de color rojo), se trata de señales que pueden alertaros de un proceso de enfermedad. 

En cualquier caso, siempre tendremos que prestar atención a si el bebé presenta alguna conducta llamativa como sobresaltos exagerados, gran irritabilidad, ausencia de respuesta a los estímulos de la madre o el padre, falta de interés por los juguetes u otros objetos del entorno,  si duerme la mayor parte del tiempo, si no llama la atención de los padres con sonidos, llantos o risas, si realiza pocos movimientos y pocos avances en los desplazamientos, etc. Se recomienda consultar con el personal sanitario.