El juego es una forma natural de practicar actividad física. En niños y niñas es intermitente, especialmente cuando se trata de juegos espontáneos y no organizados. Cuando están jugando intercalan períodos breves de actividad moderada o intensa con cortos periodos de descanso.
Con la llegada de la adolescencia, los patrones de actividad física cambian. Son capaces de realizar juegos y deportes organizados, y de realizar esfuerzos continuos durante un tiempo más prolongado, aunque aún siguen haciendo actividad física de forma intermitente.
Es importante promover que hagan ejercicio físico mediante el juego durante la infancia y fomentar la práctica más estructurada y duradera a medida que van creciendo.
Información elaborada a partir de: Plan Integral de Obesidad Infantil de Andalucía y Plan para la Promoción de la Actividad Física y la Alimentación Equilibrada. Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.