El colegio o el instituto, los exámenes, las actividades extraescolares, la vida social, pueden originar estrés en los hijos. Padres y madres pueden ayudar a sus hijos a hacer frente a las situaciones que les preocupan o inquietan. En este apartado ofrecemos algunas recomendaciones frente al estrés infantil:
- Ayude a su hijo o hija a expresar sus preocupaciones y sentimientos. Hágale saber que le interesa conocer qué es lo que le inquieta para poder ayudarle.
- Escuche lo que tenga que decirle, con calma y sin prejuicios. La finalidad de la conversación es que los hijos puedan expresar las preocupaciones que les causan estrés.
- Transmítale que comprende por qué se siente así, que le apoya, y que entiende los sentimientos que pueda experimentar.
- Ayúdele a identificar las emociones y a expresar lo que siente.
- Busque con su hijo o hija posibles soluciones al problema que le afecta. Ponga en común con sus hijos ideas o alternativas para superar la situación que le provoca estrés.
- Una vez que libere sus frustraciones, anímele a seguir adelante y a pensar en positivo.
- Si la causa del estrés son situaciones como, por ejemplo, demasiadas actividades extraescolares, reconsidere limitar el tiempo para que tenga más momentos para el ocio y el esparcimiento.
- A los niños y adolescentes, como a los adultos, a veces nos cuesta contar lo que nos pasa. En estas ocasiones, simplemente demuéstrele que está ahí para lo que sea: acompañarle, pasar tiempo juntos…
- Sobre todo, mucha paciencia. Los padres no pueden resolver todos los problemas de sus hijos, pero sí enseñarles a afrontarlos de forma saludable y prepararlos para reducir el estrés en el futuro.
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