No existen inconvenientes para que la mujer embarazada siga disfrutando de la sexualidad. Es importante que tanto ella como su pareja sepan que las dudas, inquietudes, inseguridades y temores sobre este aspecto son normales.
Las etapas del embarazo y los estados de ánimo hacen que cambie el deseo sexual, pudiendo aumentar o disminuir dependiendo de la persona.
Aunque durante el embarazo pueda modificarse la actitud sexual, la mujer y su pareja pueden vivir una sexualidad plena y de calidad.
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Información elaborada a partir de: Proyecto de Humanización de la Atención Perinatal en Andalucía y Proceso Asistencial de Embarazo, Parto y Puerperio. Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.